La intensidad de las cuatro interacciones fundamentales

Si no existiese ninguna de las cuatro fuerzas, el universo sería un objeto estático. Las cuatro interacciones hacen 'acercar' o 'rechazar' a las partículas entre ellas.

La gravedad dobla el espacio-tiempo haciendo converger en el futuro las trayectorias de las partículas, lo que las atrae. Es una fuerza muy suave, difícil de medir con precisión. Si colgamos dos bolas e intentamos medir cuánto se acercan, en la tierra o en el espacio –tanto da-, lo tenemos complicado. En cambio, para bolas del tamaño de la Tierra o la Luna ya es otra cosa.

Con la fuerza débil pasa otro tanto y lo que es peor, con la distancia en seguida desaparece. Si la gravedad  ‘difunde’ su efecto siguiendo la ley del cuadrado de la distancia (como se estiran los puntos de la superficie de un globo), la fuerza débil, en cambio, actúa sobre las partículas que se abrazan, pero que en cuanto se separan un poco se liberan.

La fuerza fuerte es tan fuerte que ‘no existe’. Quiero decir que los electrones existen con su carga negativa, los protones existen con su carga positiva, en cambio no existen quarks de color rojo, verde o azul sino que siempre se agrupan en objetos neutros, sin color. El color es un artefacto que funciona para explicar las parejas, tríos, pentaquarks de quarks que se observan pero nadie los ha visto libres.

La fuerza electromagnética es la que da más juego. Sigue también la ley del cuadrado de la distancia, es bastante fuerte como para pegar los electrones a los núcleos y lo bastante débil para que los fotones rompan estos enlaces a las temperaturas de la Tierra. 

Por esto el CERN trabaja con partículas con carga electrica. La carga es la manera de gobernarlas. Los neutrones, a diferencia de los protones, son ingobernables y apenas se detienen con la materia y por ello las bombas de neutrones son tan dañinas.

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