La invalidez por hipersensibilidad electromagnética

El síndrome de la hipersensibilidad electromagnética es una enfermedad psicológica equivalente a cualquier otra fobia –a los túneles, los ascensores, las serpientes, las alturas, los espacios exteriores, etc.- con la gravedad de que las ‘ondas’ están por todas partes. Debe ser tratada como tal y debe dar derecho a una invalidez.

Determinar científicamente si la sensibilidad es real o mental es muy simple. Coloquemos un móvil o cualquier aparato supuestamente dañino al lado del enfermo sin que éste sepa si está encendido o apagado y dejemos que decida si le duele o no. Repitamos el experimento cinco veces o hasta que se equivoque. Si se equivoca UNA vez lo derivamos al psicólogo.

La probabilidad de acertar cada prueba es 1/2, 1/4, 1/8, 1/16 y 1/32 a la quinta tirada. Tiene 31/32 probabilidades de fallar una de las veces (en un diagrama en árbol sólo una rama  de las 32 posibles sigue los cinco aciertos). Esta rama tiene una probabilidad de un 3,1% de salir al azar y por lo tanto tenemos un 97% de probabilidades de que nuestro enfermo sufra hipersensibilidad electromagnética real.

En cualquier caso el enfermo debe tratarse, aunque el tratamiento es distinto según si la enfermedad es real o imaginaria: con jaulas de Faraday o psicoanálisis más pastillas.

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