Siguiendo con la entrada anterior
Vamos a formalizar dos corolarios que surgen del modelo
propuesto.
El primero es que la
proporción esperada de neutrinos es de 1/5, 1/5, 3/5 en lugar de 1/3 para cada
uno. Así:
Sabor
|
Proporción
|
Neutrinos electrónicos
|
1/5
|
Neutrinos muónicos
|
1/5
|
Neutrinos tauónicos
|
3/5
|
Esta proporción se deduce de que hay tres dimensiones
espaciales frente a una dimensión oculta y a la flecha del tiempo.
El segundo corolario nace de la interpretación de las tres generaciones
de neutrinos como una rotación y puede ser el inicio de una exploración
matemática del modelo.
Un observador mide un neutrino con el sabor electrónico cuando parece que la flecha el tiempo del observador y la del neutrino son paralelas (aparte de
la posible rotación relativista derivada de la velocidad relativa entre ambos).
Un observador mide un neutrino con el sabor muónico cuando la
flecha el tiempo del observador y la del neutrino parecen perpendiculares y
concretamente el tiempo del neutrino parece estar sobre la dimensión oculta u del
observador.
Lo mismo para cada dimensión espacial en el caso del neutrino tauónico.
Este mismo modelo se puede interpretar de una forma quizás más sugerente y prometedora en relación a las tres generaciones de
partículas, de la siguiente manera:
El observador de un neutrino electrónico mide la curvatura de
la dimensión t como masa.
El observador de un neutrino muónico mide la curvatura de la
dimensión u como masa.
El observador de un neutrino tauónico mide la curvatura de
una dimensión x, y, z como masa.
Por consiguiente las tres generaciones de partículas no surgen
de la rotación de la partícula, sino de la rotación de la percepción que
tenemos de ellas.
Si se tratara simplemente de la rotación de la partícula
estaríamos hablando de un cambio de partícula: Un neutrino lineal que sólo
sufre la fuerza gravitatoria se convertiría en un ‘electrino’ que sólo sufriría
la carga electromagnética o en un ‘colorino’ o ‘espacino’ sometido a la carga
de color.
Sin embargo, lo que cambia en cada generación es la
percepción que el observador tiene del neutrino. Los neutrinos de la segunda y de la tercera generación ‘engañan’ al
observador exhibiendo como masa lo que es carga.
Extraordinario.
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