La materia oscura (2 de 3).

Vamos a encontrar dónde se esconde el 96% del universo (materia y energía) desde el análisis de la colisión de un electrón con un positrón.

El razonamiento es extraordinariamente simple.

La antimateria se aniquila al chocar con la materia y ambos se convierten en energía. Una colisión electrón - positrón crea dos fotones que salen perpendiculares y en direcciones opuestas.

Ecuación de la colisión electrón - positrón
El positrón es una partícula fundamental. Es la antipartícula del electrón. Es como un electrón pero con carga positiva y alguna otra propiedad invertida (un antielectrón, antimateria, no pasa nada, es ‘habitual’ por ejemplo en la tomografía por emisión de positrones TEP de los hospitales).


Tambiém podemos describir el positrón como un electrón marcha atrás en el tiempo. En general, la antimateria es materia que observamos como una película pasada al revés.

Y hasta aquí no hay nada nuevo. Sigamos.

La pregunta provocativa es la siguiente: si el positrón es un electrón marcha atrás en el tiempo, ¿por qué no pensar que el fotón también es un electrón o un positrón visto de lado?

Explícitamente:

Un positrón es un electrón cuya flecha del tiempo tiene sentido inverso, está girada 180 grados. En nuestro mundo los electrones nos acompañan en el tiempo, pero en los aceleradores o en determinadas circunstancias no es así. Un electrón cuyo tiempo corre en sentido contrario al del observador es un positrón, pero se trata de la misma partícula. Es un electrón.

Diagrama de Feynman de la colisión Electron-Positron

En este diagrama clásico la flecha del tiempo es la del observador (tomado de la Colisión electrón - positrón en la Wiquipedia en inglés).

Hasta aquí estoy tensionando ligeramente el modelo estándar, pero ahora vamos a dinamitarlo (para bien, espero).

La hipótesis que formulamos es la siguiente: Un fotón es un electrón cuya flecha del tiempo está rotada 90 grados en relación a la flecha del tiempo del electrón y del observador. Es un electrón ‘perpendicular’. Y el efecto de esta rotación es que 'su' tiempo es 'nuestro' espacio.

La colisión de un electrón con un positrón, transforma la dimensión tiempo de cada uno de los dos electrones en una dimensión espacio. Nuestra flecha del tiempo como observadores es perpendicular a la flecha del tiempo de los fotones de los rayos gamma que surgen de la colisión electrón - positrón.

La lectura clásica en la que intervienen tres partículas, el electrón, el positrón y los fotones que se lee:

‘chocan un electrón con un positrón y se producen dos rayos gamma’ 

pasa a ser:

‘dos electrones, uno con nuestra flecha temporal y otro en sentido opuesto (180º) contactan y rotan 90 grados cada uno convirtiendo su tiempo adelante y su tiempo atrás en espacio del observador’.

Un corolario (entre otros muchos) de esta interpretación es que la constancia y el límite de la velocidad de la luz surgen de la constancia del paso del tiempo (ct) para cualquier objeto.

Como esta hipótesis te abre más cuestiones que las que cierra, pero tiene algún sentido, de momento lo dejamos aquí.

Y la materia oscura ¿dónde está?... Seguiremos

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